"CAPITULO 33"
Había llegado el
momento de marcharse.
Lady Fitzhugh se
escandalizó al enterarse de que
____________ pretendía tomar la diligencia para ir a Londres e insistió en que
se quedara con ellos en Long Meadows. Ellos partirían hacia Londres al cabo de
unos pocos días, y podían dejarla en Chiswick sin ningún tipo de problema, así
podría viajar con ellos en su carruaje. ___________ aceptó la invitación. El
mismo día cinco de enero, Tom volvió a casa.
Ella estaba en la
antika, acabando de restaurar su última pieza, una exquisita vasija samariana.
Le había llevado todo el día y gran parte de la noche recomponerla y ya era
casi medianoche cuando acabó de catalogarla.
Bajo el dibujo que
había hecho podía leerse:
«Vasija redonda.
Grupo D: cerámica rústica, fig. 16.2. Vasija de Samada con adornos rojos y
negros; Adriática, siglo segundo. Villa de Drucus Aurelius, Wychwood,
Hampshire. 1831».
__________ miró
fijamente el dibujo. Aquél era el último objeto de la villa romana de Tom que
iba a restaurar. Tal vez le vería en Londres, tal vez algún día visitaría su
museo, pero aquella vasija simbolizaba el fin de sus días en Tremore Hall, y de
repente se sintió desconsolada. Le esperaba un futuro excitante y lleno de
posibilidades, pero cuando pensaba en Tom todo se desvanecía.
Hacía mucho tiempo
que ya no sentía por él aquella adoración estúpida del principio. Ahora se
trataba de algo mucho más profundo, había respeto y amistad. También deseo, eso
siempre había estado allí. Un sentimiento que hacía que ella se derritiera como
mantequilla simplemente al imaginárselo sin camisa, o si se acordaba de lo
fuertes que eran sus brazos cuando la abrazó, o de cómo la habían embriagado
sus besos. Le dolía recordar esas sensaciones, le dolía tanto que era como si
un gran peso se hubiera instalado en su alma. Su tiempo juntos había acabado.
Había sido maravilloso trabajar hombro con hombro con él, bailar, ir de picnic,
negociar sobre el tiempo que ella iba a quedarse. Había sido mágico y especial,
y pensar en su partida era casi insoportable.
Una lágrima le
resbaló por la mejilla y, bruscamente, se la secó con un pañuelo. Había jurado
que nunca volvería a llorar por él, e iba cumplir esa promesa.
____________ vio
que, en la chimenea, el fuego se había reducido a brasas, y empezó a notar
frío. Flexionó los dedos, cansados tras un día tan duro de trabajo y resentidos
por la baja temperatura de la antika. Apoyó los codos en la mesa y se frotó los
ojos bajo las gafas, tenía las manos heladas y eso alivió sus cansados
párpados. Bostezó, era muy tarde, debería irse a dormir, los Fitzhugh la
esperaban a primera hora y tenía que madrugar.
La puerta se abrió.
____________ levantó la cabeza y una fría corriente de aire apagó las velas de
su mesa de trabajo y reavivó las brasas del fuego. Las llamas alumbraron lo
bastante como para que ella pudiera ver quién estaba de pie en el umbral, y
luego volvieron a apagarse.
Era él. Ella distinguía perfectamente su
inconfundible silueta en el marco de la puerta, sus anchos hombros parecían un
muro negro contra la plateada luz de la luna.
—Te veía aquí.
—Hizo una pausa y, enigmático, añadió—: Dondequiera que fuera.
____________
carraspeó nerviosa.
—Has vuelto. —Fue
lo único que se le ocurrió decir. No se veía capaz de formular nada más
complicado. Cuando él entró en la habitación, ella se levantó y cruzó los
brazos para protegerse del frío que había entrado al abrir la puerta.
Él la cerró y se
apoyó en ella, su cara permanecía en la oscuridad.
—Y tú aún estás
aquí —dijo él quedamente—. Pensé que ya te habrías ido. ¿Tu último día de
trabajo no era el veintitrés de diciembre?
Él no había tenido
ninguna intención de despedirse de ella. __________ recurrió al orgullo para
controlar sus emociones.
—Mañana me voy a
Long Meadows. Estaré allí dos semanas y cuando los Fitzhugh se vayan a la
ciudad, me acompañarán a casa de su hermana.
Él no contestó y a
medida que crecía el silencio entre ellos también lo hacia el enfado de ella.
—¿Qué, no va a
tentarme para que me quede, señoría? —saltó al fin, irritada ante su
indiferencia—. ¿No va a hablarme de nuestra amistad, de mis preciosos ojos? —Se
le quebró la voz—. ¿No va a despedirse ni a desearme suerte, como haría con
cualquier otro miembro de su servicio?
Él se apartó de la
puerta y caminó hacia ella como una sombra gris y negra.
—Dios, ___________,
¿de qué crees que estoy hecho? —preguntó mientras rodeaba la mesa y se colocaba
a su espalda—. ¿Acaso crees que soy de piedra?
—¿No es eso de lo
que cree que estoy hecha yo? —le atacó ella, e intentó apartarse, pero él no se
lo permitió.
Él le puso una mano
en el hombro y con la otra le acarició la cara y le apartó un mechón de pelo de
la mejilla.
—No, no eres de
piedra —le susurró, apretándose contra su espalda—. Yo creo que eres más bien
como una trufa.
—Gracias por
compararme con una seta —dijo ella, y trató de soltarse los brazos para así
separarse un poco de él.
Tom le puso la mano
en el otro hombro para mantenerla donde estaba, y su cálida risa le acarició el
rostro.
—No el vegetal
—explicó él, y le besó la mejilla—, el chocolate. Eres como una trufa de
chocolate, dulce, suave y deliciosa en el interior, pero protegida por una caja
de cartón. —Deslizó sus manos hasta las suyas—. Una trufa helada, me temo.
Tienes las manos congeladas.
La calidez de su
cuerpo contra el suyo empezaba a hacerla entrar en calor. Ella prefería tener
frío.
—Deja que te
abrigue. —Él le soltó las manos y le dio la vuelta.
Le quitó las gafas
y las guardó en el bolsillo de su delantal. Le cogió la cara entre las manos y
entonces bajó la cabeza y la besó, pero se volvió.
—He intentado
alejarme de ti —le dijo, dándole pequeños besos en los labios, las mejillas, la
frente—. Si volvía para despedirme no iba a ser capaz de resistirme a esto. _____________,
has sido como una sombra para mí durante estas seis largas semanas, te veía en
todas partes. No estoy hecho de piedra. Sólo soy un hombre y, que Dios me ayude,
no puedo dejar de desearte. No me tortures más. —Le acarició los labios con la
lengua—. Bésame.
Ella abrió los
labios bajo los suyos y cerró los ojos entregándose. Hacía tanto… Él había
estado lejos tanto tiempo que ella ya había olvidado la sensación de su boca
sobre la suya.
__________ lo cogió
de las solapas del abrigo y lo atrajo hacia sí, como respuesta, él profundizó
el beso saboreándola a conciencia. Ella le rodeó el cuello y, con los dedos, le
acarició el pelo.
Él interrumpió el
beso y se apartó un poco para mirarla, parecía muy resuelto.
—Di mi nombre —le
ordenó, y bajó las manos hasta los nudos del delantal. Empezó a deshacerlos—. Tom.
—Deje de darme
órdenes, señoría —dijo ella, y se puso de puntillas para poder besarle—. No lo
estropees.
Él le quitó el
delantal y lo tiró sobre la mesa que había tras ella.
___________ oyó
cómo algo se caía y se rompía en mil pedazos contra el suelo, y supo sin lugar
a dudas que acababa de romper la preciosa vasija. Su último día de trabajo
desaprovechado. Empezó a reírse contra sus labios.
—La has roto.
—¿Qué era?
—preguntó él, dejando de besarla y enterrando la cabeza en el cuello de ella.
—Una vasija de
Samada —suspiró ella—, del siglo segundo, de un valor incalculable.
Él se desabrochó el
abrigo y la pesada prenda se deslizó hasta sus pies.
—Ya me arrepentiré
de ello mañana. —Volvió a besarle el cuello—. Dilo.
___________ le
acarició el torso con las manos notando sus poderosos músculos bajo la camisa y
volvió a sentir la excitación de sus pasadas negociaciones.
—Y si lo hago, ¿qué
me ofrece a cambio, señoría?
—¿Qué quieres?
Chan..chan...chan.... parece que si se alcanzaron a ver... que será una despedida.... o no?? convernsera Tom a TN de quedarse???
jejeje espero le guste el capi...
Las Quiero
Bye =)
PD: Deseenme suerte para hoy.. ya que tengo la prueba de Matemáticas.. y si me eximo paso el ramo =).. espero me vaya bien jejejej
Awwww muero de la emocion!! Y justo lo dejas ahii!!
ResponderEliminarEsta buenizima la fic :D
te juro q no tengo ni idea de q pueda pasar no se kizas se quede (tn) o kizas sea una despedida!!
Pero de que estan juntos lo estaran noo? Ahahahah
Tamitha mucha suerte y exito .. Con fe no mas :D cuidatee y nos cuentas q tal te fue okis?
Bye cuidate xD
Genial..
ResponderEliminarMira, ojala no tengan sexo, qué (nombre) lo provoque.. Porque el fue una mierda con ella.. y lo deje solo.
C: síguela !!
espero que te vaya bien en tu prueba o... que te haya ido bien jaja. espero de verdad que esa noche sea productiva, tierna y llena de sentimientos jaja me encanta la historia!
ResponderEliminarcuidate, nos leemos ;)