Mi Amor Platonico

Mi Amor Platonico
Y el amor roto, cuando vuelve a nacer, crece
más bello que el primero, más fuerte, más grande.


miércoles, 13 de marzo de 2013

"CAPITULO 33"




Había llegado el momento de marcharse.

Lady Fitzhugh se escandalizó al enterarse de que ____________ pretendía tomar la diligencia para ir a Londres e insistió en que se quedara con ellos en Long Meadows. Ellos partirían hacia Londres al cabo de unos pocos días, y podían dejarla en Chiswick sin ningún tipo de problema, así podría viajar con ellos en su carruaje. ___________ aceptó la invitación. El mismo día cinco de enero, Tom volvió a casa.

Ella estaba en la antika, acabando de restaurar su última pieza, una exquisita vasija samariana. Le había llevado todo el día y gran parte de la noche recomponerla y ya era casi medianoche cuando acabó de catalogarla.

Bajo el dibujo que había hecho podía leerse:

«Vasija redonda. Grupo D: cerámica rústica, fig. 16.2. Vasija de Samada con adornos rojos y negros; Adriática, siglo segundo. Villa de Drucus Aurelius, Wychwood, Hampshire. 1831».

__________ miró fijamente el dibujo. Aquél era el último objeto de la villa romana de Tom que iba a restaurar. Tal vez le vería en Londres, tal vez algún día visitaría su museo, pero aquella vasija simbolizaba el fin de sus días en Tremore Hall, y de repente se sintió desconsolada. Le esperaba un futuro excitante y lleno de posibilidades, pero cuando pensaba en Tom todo se desvanecía.

Hacía mucho tiempo que ya no sentía por él aquella adoración estúpida del principio. Ahora se trataba de algo mucho más profundo, había respeto y amistad. También deseo, eso siempre había estado allí. Un sentimiento que hacía que ella se derritiera como mantequilla simplemente al imaginárselo sin camisa, o si se acordaba de lo fuertes que eran sus brazos cuando la abrazó, o de cómo la habían embriagado sus besos. Le dolía recordar esas sensaciones, le dolía tanto que era como si un gran peso se hubiera instalado en su alma. Su tiempo juntos había acabado. Había sido maravilloso trabajar hombro con hombro con él, bailar, ir de picnic, negociar sobre el tiempo que ella iba a quedarse. Había sido mágico y especial, y pensar en su partida era casi insoportable.

Una lágrima le resbaló por la mejilla y, bruscamente, se la secó con un pañuelo. Había jurado que nunca volvería a llorar por él, e iba cumplir esa promesa.

____________ vio que, en la chimenea, el fuego se había reducido a brasas, y empezó a notar frío. Flexionó los dedos, cansados tras un día tan duro de trabajo y resentidos por la baja temperatura de la antika. Apoyó los codos en la mesa y se frotó los ojos bajo las gafas, tenía las manos heladas y eso alivió sus cansados párpados. Bostezó, era muy tarde, debería irse a dormir, los Fitzhugh la esperaban a primera hora y tenía que madrugar.

La puerta se abrió. ____________ levantó la cabeza y una fría corriente de aire apagó las velas de su mesa de trabajo y reavivó las brasas del fuego. Las llamas alumbraron lo bastante como para que ella pudiera ver quién estaba de pie en el umbral, y luego volvieron a apagarse.

Era él. Ella distinguía perfectamente su inconfundible silueta en el marco de la puerta, sus anchos hombros parecían un muro negro contra la plateada luz de la luna.

—Te veía aquí. —Hizo una pausa y, enigmático, añadió—: Dondequiera que fuera.

____________ carraspeó nerviosa.

—Has vuelto. —Fue lo único que se le ocurrió decir. No se veía capaz de formular nada más complicado. Cuando él entró en la habitación, ella se levantó y cruzó los brazos para protegerse del frío que había entrado al abrir la puerta.

Él la cerró y se apoyó en ella, su cara permanecía en la oscuridad.

—Y tú aún estás aquí —dijo él quedamente—. Pensé que ya te habrías ido. ¿Tu último día de trabajo no era el veintitrés de diciembre?

Él no había tenido ninguna intención de despedirse de ella. __________ recurrió al orgullo para controlar sus emociones.

—Mañana me voy a Long Meadows. Estaré allí dos semanas y cuando los Fitzhugh se vayan a la ciudad, me acompañarán a casa de su hermana.

Él no contestó y a medida que crecía el silencio entre ellos también lo hacia el enfado de ella.

—¿Qué, no va a tentarme para que me quede, señoría? —saltó al fin, irritada ante su indiferencia—. ¿No va a hablarme de nuestra amistad, de mis preciosos ojos? —Se le quebró la voz—. ¿No va a despedirse ni a desearme suerte, como haría con cualquier otro miembro de su servicio?

Él se apartó de la puerta y caminó hacia ella como una sombra gris y negra.

—Dios, ___________, ¿de qué crees que estoy hecho? —preguntó mientras rodeaba la mesa y se colocaba a su espalda—. ¿Acaso crees que soy de piedra?

—¿No es eso de lo que cree que estoy hecha yo? —le atacó ella, e intentó apartarse, pero él no se lo permitió.

Él le puso una mano en el hombro y con la otra le acarició la cara y le apartó un mechón de pelo de la mejilla.

—No, no eres de piedra —le susurró, apretándose contra su espalda—. Yo creo que eres más bien como una trufa.

—Gracias por compararme con una seta —dijo ella, y trató de soltarse los brazos para así separarse un poco de él.

Tom le puso la mano en el otro hombro para mantenerla donde estaba, y su cálida risa le acarició el rostro.

—No el vegetal —explicó él, y le besó la mejilla—, el chocolate. Eres como una trufa de chocolate, dulce, suave y deliciosa en el interior, pero protegida por una caja de cartón. —Deslizó sus manos hasta las suyas—. Una trufa helada, me temo. Tienes las manos congeladas.

La calidez de su cuerpo contra el suyo empezaba a hacerla entrar en calor. Ella prefería tener frío.

—Deja que te abrigue. —Él le soltó las manos y le dio la vuelta.

Le quitó las gafas y las guardó en el bolsillo de su delantal. Le cogió la cara entre las manos y entonces bajó la cabeza y la besó, pero se volvió.

—He intentado alejarme de ti —le dijo, dándole pequeños besos en los labios, las mejillas, la frente—. Si volvía para despedirme no iba a ser capaz de resistirme a esto. _____________, has sido como una sombra para mí durante estas seis largas semanas, te veía en todas partes. No estoy hecho de piedra. Sólo soy un hombre y, que Dios me ayude, no puedo dejar de desearte. No me tortures más. —Le acarició los labios con la lengua—. Bésame.

Ella abrió los labios bajo los suyos y cerró los ojos entregándose. Hacía tanto… Él había estado lejos tanto tiempo que ella ya había olvidado la sensación de su boca sobre la suya.

__________ lo cogió de las solapas del abrigo y lo atrajo hacia sí, como respuesta, él profundizó el beso saboreándola a conciencia. Ella le rodeó el cuello y, con los dedos, le acarició el pelo.

Él interrumpió el beso y se apartó un poco para mirarla, parecía muy resuelto.

—Di mi nombre —le ordenó, y bajó las manos hasta los nudos del delantal. Empezó a deshacerlos—. Tom.

—Deje de darme órdenes, señoría —dijo ella, y se puso de puntillas para poder besarle—. No lo estropees.

Él le quitó el delantal y lo tiró sobre la mesa que había tras ella.

___________ oyó cómo algo se caía y se rompía en mil pedazos contra el suelo, y supo sin lugar a dudas que acababa de romper la preciosa vasija. Su último día de trabajo desaprovechado. Empezó a reírse contra sus labios.

—La has roto.

—¿Qué era? —preguntó él, dejando de besarla y enterrando la cabeza en el cuello de ella.

—Una vasija de Samada —suspiró ella—, del siglo segundo, de un valor incalculable.

Él se desabrochó el abrigo y la pesada prenda se deslizó hasta sus pies.

—Ya me arrepentiré de ello mañana. —Volvió a besarle el cuello—. Dilo.

___________ le acarició el torso con las manos notando sus poderosos músculos bajo la camisa y volvió a sentir la excitación de sus pasadas negociaciones.

—Y si lo hago, ¿qué me ofrece a cambio, señoría?

—¿Qué quieres?


Chan..chan...chan.... parece que si se alcanzaron a ver... que será una despedida.... o no?? convernsera Tom a TN de quedarse???
jejeje espero le guste el capi...
Las Quiero
Bye =)

PD: Deseenme suerte para hoy.. ya que tengo la prueba de Matemáticas.. y si me eximo paso el ramo =).. espero me vaya bien jejejej

3 comentarios:

  1. Awwww muero de la emocion!! Y justo lo dejas ahii!!

    Esta buenizima la fic :D

    te juro q no tengo ni idea de q pueda pasar no se kizas se quede (tn) o kizas sea una despedida!!

    Pero de que estan juntos lo estaran noo? Ahahahah

    Tamitha mucha suerte y exito .. Con fe no mas :D cuidatee y nos cuentas q tal te fue okis?
    Bye cuidate xD

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  2. Genial..
    Mira, ojala no tengan sexo, qué (nombre) lo provoque.. Porque el fue una mierda con ella.. y lo deje solo.

    C: síguela !!

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  3. espero que te vaya bien en tu prueba o... que te haya ido bien jaja. espero de verdad que esa noche sea productiva, tierna y llena de sentimientos jaja me encanta la historia!
    cuidate, nos leemos ;)

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