"CAPITULO 2"
Tom se recostó en
la bañera de cobre con un suspiro de satisfacción. Dios, estaba cansado, pero
el trabajo había merecido la pena. El suelo de la estancia que él y los
trabajadores habían descubierto esa mañana era extraordinario.
También habían
encontrado una pared entera llena de frescos, dañados y medio descoloridos,
pero que parecían muy eróticos. Tenía que acordarse de contárselo a Marguerite,
especialmente el que mostraba al amo de una casa como si fuera el dios Príapo
con el pene en uno de los platos de una balanza, y barras de oro en el otro. No
había necesidad de decirle a Marguerite qué lado parecía el más pesado. Las
amantes siempre entendían ese tipo de chistes.
—¿Señor?
Abrió los ojos y se
encontró con Richardson de pie al lado de la bañera con una pastilla de jabón y
un nuevo cubo de agua humeante. Tom se incorporó un poco para que su mayordomo
pudiera lavarle el pelo y disfrutó del aroma del jabón de limón y de la
sensación de quitarse de encima toda la suciedad y el polvo de un día de
trabajo.
Cuando Richardson
hubo acabado, Tom se levantó y salió de la bañera. Cogió la toalla caliente que
le ofrecía su mayordomo y empezó a secarse mientras éste abandonaba la
habitación.
Pensar en
Marguerite hizo que Tom cayera en la cuenta de que hacía meses que no veía a la
belleza de ojos y cabello negros. Hacia un año que era su amante, pero apenas
la había visitado en media docena de ocasiones. La excavación de Tremore había
captado toda su atención y lo había mantenido alejado de la casa que él le
había comprado, a las afueras de Londres.
Tom tiró la toalla
y se peinó el pelo aún mojado con las manos. Después se dirigió a su
dormitorio, donde Richardson le esperaba con una camisa de lino y un batín de
seda de jacquard negro y dorado. Levantó los brazos para que le pasara por la
cabeza la camisa y entonces la puerta se abrió y entró un sirviente.
—Lady Hammond está
aquí, señor —dijo el mozo haciendo una reverencia.
—¿Viola? —Tom no
esperaba a su hermana, y miró sorprendido por encima del hombro al sirviente
mientras su mayordomo le abotonaba la camisa.
—¿Cuándo ha
llegado?
—Hace un cuarto de
hora, señor.
Tom profirió un
insulto. Si Hammond había avergonzado otra vez a Viola con un escándalo, iría a
por la cabeza de ese sinvergüenza.
—Dígale a la
vizcondesa que enseguida estaré con ella, y haga traer madeira y oporto.
—Muy bien, señor.
Lady Hammond ha dicho que le esperaría en su sala de estar.
El sirviente se fue
y Tom introdujo los brazos en las mangas del batín. Unos minutos más tarde,
salió de su habitación y fue a la de su hermana, que estaba justo en el otro
extremo del pasillo. Un sirviente le abrió la puerta para que entrase. La
salita era una fantasía barroca de terciopelo rosa, brocados blancos y adornos
dorados, que conjuntaban perfectamente con la belleza dorada y el carácter
fuerte pero femenino de Viola.
La preocupación de Tom
de que la visita se debiera a malas noticias se disipó cuando su hermana lo vio
y empezó a reírse. Ese sonido lo tranquilizó, y media sonrisa se dibujó en su
rostro. Estaba contento de oírla reír. Era mucho mejor que oírla llorar por
culpa de su desgraciado marido.
—¿Qué te parece tan
divertido?
—Tú —dijo ella
levantándose del sofá—. Pareces un decadente potentado turco con ese batín y
esa expresión en la cara. Es como si estuvieses a punto de ordenar que le
cortasen la lengua a alguien.
—No, la lengua no
—contestó él, cogiéndole las manos—. Lo que tenía en mente era más bien la
cabeza de Hammond.
Viola lo besó
afectuosamente en las mejillas y le dio la espalda. A Tom no se le escapó que
ella no lo miraba a los ojos.
—No hay necesidad
de hacer algo tan drástico, querido hermano —dijo, y volvió a sentarse en el
sofá.
—¿Quieres decir que
finalmente ha decidido comportarse? —Tom se sentó en la silla a rayas rosas y
blancas que estaba delante de ella.
Antes de que
pudiera responder, una criada entró en la habitación con el oporto, el madeira
y dos vasos. Colocó la bandeja en una mesa al lado de Viola y salió.
—Tú quieres oporto,
por supuesto —dijo Viola, y sirvió el vino.
—¿Se está
comportando o no? —Tom se inclinó hacia adelante para coger el vaso de manos de
su hermana—. Mírame, Viola, y dime la verdad.
Viola buscó sus
ojos.
—La verdad es que
no lo sé. Hammond no me informa de sus actividades, pero ayer descubrí que su
más reciente afición son los baños de mar.
Por su tono de voz,
Tom supo que nada había cambiado.
—¿Hammond está en
Brighton?
—Su llegada, por
supuesto, me ha obligado a partir de allí de inmediato.
Tom frunció el ceño.
—No puedes evitarle
para siempre, Viola. En lo bueno y en lo malo, es tu marido, y tú apenas has
pasado dos semanas con él este último año. Las habladurías están
descontroladas. Incluso hasta aquí, a Hampshire, han llegado los rumores.
—Hablando de rumores
—le interrumpió ella—. He oído varios acerca de ti últimamente. —Levantó su
copa y le dirigió una mirada inquisitiva a su hermano—. ¿Es posible que pronto
tenga una hermana?
Sus palabras
irritaron a Tom. No porque ella le hiciera tal pregunta, sino porque no le
gustaba nada ser objeto de rumores y especulaciones.
—Ah —dijo él, y
tomó un sorbo de oporto—. Veo que las noticias de mi último viaje a Londres han
llegado hasta la costa de Brighton.
—¿Pensabas que no
lo harían? —contestó Viola sonriendo—. El magnífico duque de Tremore, un hombre
que nunca baila en las fiestas, que ni muerto entraría en Almack's, que evita a
las jovencitas de impecable linaje como si tuvieran la peste, de repente lleva
las esmeraldas ducales a Londres para que las limpien. La mayoría de nuestros
amigos creen que es un claro indicio de que va a haber una duquesa. ¿Vas a
casarte finalmente? Por favor, dime que sí. Nada me gustaría tanto como saber
que has encontrado a alguien que te hace feliz.
Él estudió la cara
de su hermana por encima del borde de su vaso sin decir nada durante unos
instantes. ¿Cómo podía una mujer casada con un hombre como Hammond ser aún tan
optimista sobre la felicidad en el matrimonio?
—Sí, me voy a casar
—le confirmó.
CHICAS... espero les guste el capi.... todavia falta para que Tom se fije en TN.. pero esperemos que pase rapido jajaja xd... vieron Tom se va a casar... =/... ahi esperemos que cambie de idea...
Las Quiero
Bye =)
o.o que no se case sin fijarse en tn por favor aun nooo cuidate me encanto sube pronto besotess
ResponderEliminarNOOO!!! por que.... Tamitha por que... no Tom... ahhh!!! haaaay dios que drama jajajaja
ResponderEliminarestoy de acuerdo con el comentario anterior, Tamitha sube pronto que me encanto!!!
bye cuidate
Que ni se atrevaa!! Hay ya odio a la susidicha hahahaha ni la conosco pero en fin..
ResponderEliminarEsta interesantee ya quiero saber como es q Tom se fijara en )..
Siguelaa :D bye cuidate
se va acasar?? nooo q se fije en TN primero, aunq sera interesante... comprometido y fijandose en alguien mas... o casado...
ResponderEliminarya quiero leer mas
cuidate :)