"CAPITULO 13"
A Tom le gustaba
llevar una vida tranquila. Siempre que visitaba Tremore Hall se adaptaba a los
horarios del campo y cumplía estrictamente con la rutina. Por la mañana paseaba
con el señor Cox, el capataz de la finca, y repasaba con él varios temas. Luego
se reunía con su secretario, el jardinero, el ama de llaves y otros miembros
del servicio para resolver cualquier asunto que hubiera podido surgir. Aun
después de cumplir con todas sus obligaciones ducales, podía trabajar varias
horas en la excavación. Cenaba a las seis y a las diez se iba a la cama.
Pero desde la
dimisión de la señorita Wade, su rutina se había alterado. Estaba indignado,
todo le hacía pensar en ella y en la discusión que habían tenido, y en que aún
no sabía cómo convencerla para que se quedara.
Se acordó de ella
cuando el señor Cox le explicó que había problemas con los nuevos acueductos y
sugirió que tal vez la señorita Wade pudiera ayudarles. Después de todo, ella
era una experta en acueductos romanos.
Se acordó de ella
cuando leyó su correspondencia. Muchas cartas hacían referencia al museo,
incluso una de lord Westholme, miembro del Club de Anticuarios y su socio en
ese proyecto. Westholme le recordó la expectación que había en torno de la
próxima apertura del museo.
Cuando fue a
visitar al vicario, tampoco tuvo suerte, ya que éste insistió en hablarle de la
historia del hombre rico y el cordero. Tom declinó educadamente su invitación
para quedarse a cenar.
La señorita Wade contaba con que él le encontraría un
sustituto antes del día uno de diciembre. Pero la verdad era que, aunque
pudiera, no tenía ninguna intención de buscarlo.
El museo y la
reconstrucción de la villa eran de vital importancia. Él no sólo quería
impresionar a los estudiosos, sino que deseaba que todo el mundo pudiera tener
acceso a su propia historia. Y eso requería tiempo.
Debía convencer a
la señorita Wade de que, como mínimo, se quedara hasta marzo, y si podía ser
más, mucho mejor. Si lograba salirse con la suya, ella permanecería allí hasta
que la villa estuviera totalmente reconstruida, hasta que todos los mosaicos y
todos los frescos estuvieran pintados, y todas las ánforas y todas las joyas
estuvieran dibujadas, catalogadas y expuestas en su museo de Londres.
Tom soltó riendas a
su caballo. Quería que Desafío galopara mientras él analizaba las
diferentes tácticas que podía utilizar para que ella se quedara en Hampshire,
durante los siguientes cuatro o cinco años.
«Usted no puede
obligarme a que me quede.»
Ah, sí, sí que
podía, aunque quizá la señorita Wade era demasiado inocente para creerlo así.
Ya se le habían ocurrido varias opciones.
El dinero no la
había convencido. Tan pronto como lo intentó se dio cuenta de que eso no la
tentaba en absoluto.
Con todo el poder y
la influencia que tenía, seguro que podía encontrar algún modo retorcido para
lograr sus propósitos, pero no quería seguir ese camino. Al fin y al cabo, era
un caballero honrado, y no el hombre despiadado que ella creía.
No, Viola tenía
razón. Si quería que la señorita Wade se quedara en Hampshire más le valía maña
que fuerza. Cuando llegó a Tremore Hall, sabía exactamente lo que iba a hacer.
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Ya era de noche
cuando finalmente llegó a casa. Ordenó la cena y pidió a Richardson que le
preparara un baño caliente; luego preguntó por la señorita Wade y averiguó que
estaba en la biblioteca.
Estaba acurrucada
en uno de los dos sofás de cuero que había junto a la ventana. Estaba leyendo,
con los pies escondidos bajo su falda y los zapatos en el suelo. La iluminaba
la suave luz del candelabro encendido en la mesita de la esquina.
Tom caminó hacia
ella. Sus botas no hicieron ningún ruido al pisar la mullida alfombra turca.
Nunca la había visto tan tarde y se sorprendió al ver que no llevaba el pelo
recogido en aquel odioso moño. En lugar de eso, se había hecho una gruesa
trenza, que, resplandeciente, descansaba sobre su hombro.
Estaba tan absorta
en su lectura que ni siquiera levantó la vista cuando se le acercó, hecho que a
él le irritó sobremanera. Era imposible que no se diera cuenta de que estaba
parado frente a ella.
Tom esperó unos
segundos a que detectara su presencia, pero no lo hizo, así que se cansó. Nunca
había sido un hombre paciente, de modo que carraspeó.
—Me gustaría hablar
con usted un momento. —Al ver que ella no respondía, añadió—: Por favor.
Ella seguía
leyendo.
—Nuestro acuerdo no
contemplaba que trabajara de noche. Dado que ahora es de noche, mis
obligaciones han finalizado. ¿Podríamos dejarlo para mañana por la mañana?
Tom se preguntó si
estaba soñando. El mismo día anterior ella hubiera cumplido su orden sin
cuestionar nada, como cualquier otro miembro del servicio. Pero ahora la
señorita Wade ya no era la señorita Wade. En tan sólo una noche se había
convertido en una criatura descarada, capaz de dimitir de su trabajo sin
inmutarse, de criticarlo e incluso capaz de decirle que su horario ya había
finalizado. ¡Cuando aún quedaba tanto por hacer!
«No soy su
esclava.»
Murmuró por lo bajo
un par de palabrotas.
Al oírlo la
señorita Wade levantó la vista.
—¿Ha dicho usted
algo?
Él se dio cuenta
entonces de que estaba allí de pie, como un idiota, cuando lo que de verdad
quería era hablar con ella. El problema era que ella no cooperaba. Había
decidido que el mejor modo de convencerla para que se quedara era hacer que su
vida allí fuera tan maravillosa que no quisiera irse. Por ahora no tenía éxito.
Vio cómo ella se
concentraba de nuevo en el libro y volvió a intentarlo.
—No quiero hablar
de su trabajo, ¿qué podría decir de eso? Siempre es impecable.
—Gracias —dijo
ella, y pasó otra página—. Pero si cree que halagándome conseguirá que me
quede, está muy equivocado.
—Señorita Wade, ¿no
podríamos hacer las paces? —Como ella no contestaba, continuó—: Después de
todo, va a estar aquí los próximos tres meses. Así que…
—Dos meses, tres
semanas y tres días —no pudo evitar corregirle ella—, y ni un día más.
Él ignoró el
comentario pues no quería que volvieran a discutir.
—Claro. Sólo quería
decir que ya que vamos a pasar tanto tiempo juntos y dado que ahora tendremos
que acelerar el ritmo de trabajo, podríamos mantener una relación cordial. He
pensado que, para empezar, podríamos hablar un rato.
Ella dudó por un
instante pero no le rechazó, sino que cerró el libro y se quitó las gafas. Dejó
ambas cosas encima de la mesita que tenía al lado, se sentó correctamente en el
sofá, levantó la vista y se dispuso a charlar con él. Y entonces él olvidó
completamente lo que quería decirle.
Tenía unos ojos
preciosos. Era la primera vez que la veía sin sus horribles gafas y el cambio
le dejó sin habla. A la luz de las velas, se los veía oscuros, pero él
recordaba que eran de un extraordinario color lavanda. Sin las gafas
impidiéndoselo pudo apreciar también que sus grandes ojos estaban rodeados de
unas espesas pestañas.
Siempre había
pensado que ella no tenía ningún atractivo, pero viéndola ahora, Tom supo que
estaba equivocado. Con el pelo iluminado por las llamas y aquellos enormes ojos
mirándole, decidió que era hermosa. Quizá no una belleza despampanante pero
tampoco era nada corriente.
CHICAS... espero les guste el capi.. jaja ahora hay que empezar a regodiarnos y hacernos las duras jajaja para que Tom sufra un poquitito...
Como creen que seguira?? jajaj
Cuidence
Bye =D
Awww que emocion!! Tom se quedo sin habla *.* ahora la encuentra atractivaaa...
ResponderEliminarSi obvioo q sufra Tom hahaha ya le tocaa esta hermosa la fic me encantaa.. Yo creo q ya al final para q (tn) no se vaya Tom le pedira q se caseee seria hermoso :D
Siguelaa esta de lujo la fic xD
bye cuidate
Aaaaish :) al fin podemos decir que se fijo en (tn) y si ahora comienza a gustarle?
ResponderEliminarMuy buena sinceramente me encanta, espero ansiosa el proximo capitulo n.n
seee!!! hora de que (tn) sea fuerte muajajaja espero no caiga tan fácil, aunque me encantaria que (tn) y tom ya esten juntos :3
ResponderEliminarpero, bueno eso sera con el tiempo... y que bueno por fin Tom vio que es atractivaaaa *-* owww
tamitha espero subas pronto
me mata tu fic
esta hermosa
bueno bye cuidate...
HOLA TAMITHA! se que no tengo disculpa por no haberte comentado pero como he dicho en mi pagina, no tengo internet y solo entro a mis paginas lo mas rapido que puedo y no me da tiempo de leer, apenas copie tus capis a un documento y hoy en la noche ya los leeo y te estare comentando cuando vuelva a subir lo prometo ... sorry nena pero hasta donde lei esta genial el capi ... fijate creo que empezo primero mi fic y luego la tuya y mira .. tu vas mas adelantada que yo :/ jejeje bueno cuidate amiga y graciaS POR TUS comebntarios .. chao te quiero
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