"CAPITULO 7"
Tom apoyó la cadera
en el pianoforte estudiando la expresión de Viola, que tocaba a la luz de las
velas con la mirada fija en el infinito. No dejó de darse cuenta de que sonreía
ligeramente.
—Pareces muy
satisfecha contigo misma —dijo—. Cuando pones esa cara es que estás tramando
algo. ¿En qué estás pensando?
—En Venus —contestó
ella, y miró al hombre que estaba de pie a su lado.
Él levantó las
cejas a modo de pregunta.
—¿La diosa del
amor? ¿Qué te hace pensar en Venus? —Suspicaz, entrecerró los ojos—. ¿Estás
planeando arruinar mi boda con lady Sarah y arreglarme otra mejor? Por favor,
ni lo intentes, Viola, ya sabes lo que pienso al respecto.
—No, no. —Viola
dejó de tocar un instante para negar con la mano en su dirección y luego retomó
la pieza—. Tú ya has hecho tu elección, y sé que sería inútil intentar que
cambiaras de idea. Lo he pensado mejor —añadió con un suspiro— y creo que es la
mejor opción. Al fin y al cabo, eres el duque de Tremore, y tienes que casarte de
acuerdo con tu posición, aunque para ello hayas de renunciar al amor y al
cariño. No, he decidido que me concentraré en concertar el matrimonio de otra
persona: el de ___________.
—¿________? —Él
frunció el entrecejo—. No recuerdo a…
—La señorita Wade.
Miró a Viola y la
imagen de una mujer de pelo castaño recogido en un moño, con gafas, vestidos
marrones, delantales de trabajo e incapaz de hablar sin tartamudear se le
apareció de repente.
—¿Intentas arreglar
un matrimonio para la señorita Wade? —preguntó atónito.
—Si puedo
convencerla de que venga a Enderby conmigo, le presentaré a algunos de los
solteros más deseables, y a ver qué pasa.
—Tú no harás tal
cosa.
La vehemencia de su
tono sorprendió a Viola. Dejó de tocar el piano otra vez y le miró estupefacta.
—¿Por qué te
alteras así, Tom? No tenía ni idea de que te importara tanto.
—Me importa mucho.
El trabajo que desempeña aquí la señorita Wade, es de gran importancia. No
permitiré que vaya a perder el tiempo contigo a Londres. ¿Qué pasará entonces
con mi museo y mi excavación?
—Últimamente sólo
piensas en la excavación. Hay cosas más importantes en el mundo que tu villa
romana.
—Nada puede ser más
importante que descubrir la historia. —Él mismo notaba la pasión con la que
hablaba—. Viola, estas ruinas son de vital importancia histórica. Es el mejor
hallazgo de restos romanos de Inglaterra. Las piezas que estamos encontrando
aquí serán de gran ayuda para los académicos y los estudiosos; y los museos de
Londres podrán ofrecer a los británicos la posibilidad de conocer mejor sus
orígenes. Esto es un pedazo de nuestra historia.
—A mí no me importa
la historia, querido hermano —dijo Viola, sin tratar siquiera de entender lo
que él quería decir—. A mí me importa la vida de una joven dama de buena
familia que por trágicas circunstancias se ha visto obligada a trabajar, que no
ha podido tener una vida propia y que no ha disfrutado nunca de nada. Ni
siquiera sabe bailar. Es impresionante lo descuidado que fue su padre a la hora
de preocuparse por su futuro y su bienestar.
Viola hizo una
pausa para recuperar el aliento, pero antes de que Tom pudiera recordarle que
la historia y las antigüedades eran mucho más importantes que bailar, ella
añadió:
—Y ahora ___________
se ve obligada a ganarse la vida. Una joven dama trabajando hasta el
agotamiento fregando mosaicos y arreglando vasijas como si se tratara de una
sirvienta, y lo peor de todo es que no tiene ninguna opción de futuro.
Tom frunció el ceño,
disgustado por el tono acusatorio de las palabras de su hermana; como si las
supuestas penurias de la señorita Wade fueran culpa suya.
—El trabajo que
realiza para mí la señorita Wade es vital para que este proyecto tenga éxito, y
se le paga muy bien por sus esfuerzos.
—A mí su futuro me
parece precario.
—Difícilmente. El
museo de Londres se abrirá a mediados de marzo, pero tardaremos mucho más en
acabar con la excavación de la villa. Ella tiene trabajo como mínimo para cinco
años más.
—¿Y cuando acabe? ¿Cuando tu museo
esté completo y tu excavación finalizada, qué pasará con ella entonces?
—Encontrará un
nuevo trabajo, supongo.
—Entonces tendrá
casi treinta años, una edad que prácticamente la eliminará del mercado
matrimonial. ¿Sabías que es nieta de un barón?
—Eso es absurdo, su
padre no tenía tales parientes.
—Estoy hablando del
padre de su madre. Ella no sabe nada sobre él, o si lo sabe no quiso
compartirlo conmigo. No creo que tuviera intención de contarme nada en
absoluto, pero se le escapó algún comentario sobre su abuelo. No entiendo por
qué quiere guardarlo en secreto. Orgullo quizá.
—O sentido de la
privacidad. Hay gente que valora su intimidad. —Hizo una pausa—. En cualquier
caso, su futuro es asunto suyo.
—Yo lo estoy
convirtiendo en asunto mío. —Antes de que él pudiera responder, continuó—: Éste
no es el tipo de vida que debe llevar la nieta de un barón, aunque ella misma
haya ignorado sus orígenes. Dado que sabe tan poco sobre sus parientes y que no
tiene amigos que la ayuden…
—Parece haber
encontrado una amiga en ti.
—Sí, lo ha hecho.
Me gusta, y nos hemos hecho amigas. Es más, voy a considerarla mi protegida. Ya
me veo presentándola en sociedad, ayudándola a conocer gente nueva, y quizá
asegurándole un matrimonio en el futuro. Hay bastantes caballeros solteros a
los que quisiera presentársela. A ella podría gustarle alguno, y la naturaleza
seguiría su curso.
—Pobre chica.
Viola le lanzó una
mirada que le indicó que no había encontrado divertido su irónico comentario.
—No todo el mundo
elige esposa como tú, Tom, escogiendo a la que es menos probable que gane tu
corazón. Ni tampoco todo el mundo que se enamora es infeliz. Me encantaría ver
a __________ disfrutando de una temporada en Londres, que se enamorara y
contrajera matrimonio felizmente con un honorable caballero de buen carácter
que la amara y cuidara de ella.
Tom se vio obligado
a mencionar lo que para él era obvio.
—No entiendo por
qué quieres embarcarte en una tarea tan inútil. Las mujeres como la señorita
Wade no están hechas para el romance, y tampoco se casan.
—Tom, qué
comentario tan extraño. ¿Se puede saber qué quieres decir con eso?
—Quiero decir que
esa chica no tiene ni un pelo de romanticismo en todo el cuerpo. Si tuviera una
dote, o si sus conexiones con el barón fueran ciertas, sus perspectivas de
matrimonio serían mejores, pero sin eso, te estás embarcando en un asunto sin
futuro. Sólo hay que mirar a la chica para darse cuenta.
—Yo no me doy
cuenta, y la he mirado bastante en los últimos días. Creo que muchos jóvenes
bien educados la encontrarán encantadora.
—¿Encantadora? Con
ese horrible moño que siempre lleva y esas ropas usadas, la chica es tan
atractiva como un insecto pegado a una hoja. Es como un mueble. Dudo que ningún
hombre se diera cuenta de que existe aunque la tuviera delante de sus narices;
e incluso entonces, se olvidaría de ella en el mismo instante en que
desapareciera de su vista. Lo sé porque a mí me pasa.
Viola se puso
tensa.
—No sabía que la
belleza física de una mujer fuera la única cualidad que llamase la atención de
los hombres —expresó fríamente.
Tom acusó la
crítica de esas palabras.
—No he querido
decir eso.
—¿Qué has querido
decir entonces?
—Su cara nunca
cambia de expresión, y uno nunca sabe en qué está pensando ni lo que está
sintiendo. A no ser que hable de antigüedades, esa chica es incapaz de mantener
una conversación.
Vio que Viola lo
miraba preocupada, pero continuó:
—Cuando por fin
logra pronunciar unas palabras, no puede hacerlo sin tartamudear. No sé qué le
pasa. El primer día que estuvo aquí hablaba bastante bien, pero desde entonces
apenas ha dicho nada. Teniendo en cuenta todo eso, puedo decir que es la
criatura más insignificante que he conocido en mi vida.
—Aun así, es tan
importante para tu excavación que no puede irse. De modo que alguna cualidad
deseable debe de tener.
—Es inteligente,
eso te lo garantizo, y excelente en su trabajo. Puede traducir del latín, del
griego y de no sé cuántas lenguas antiguas más. Es una magnífica restauradora y
artista. Dibuja bien. Pero todas esas cualidades difícilmente la capacitan para
el matrimonio. No tiene dote, no tiene conexiones aparte de ese mítico barón, y
ningún atractivo físico que compense estas carencias.
—Me conoce a mí, y
si su abuelo es un barón, entonces ya tiene dos conexiones, como mínimo. Si
nosotros pudiéramos encontrar a su abuelo, él podría darle una dote. Y en lo
que se refiere a sus otras así llamadas carencias, eso es sólo tu opinión. Tú
sólo la ves como a una empleada, como al señor Cox, o al señor Bennington, o a
uno de los sirvientes. Dudo que ni siquiera la hayas mirado como mujer.
—La señorita Wade
no es una mujer. Es una máquina. Una perfecta y eficiente máquina. Nunca está
enferma, nunca comete errores. ¿Sabes?, creo que nunca la he oído reír.
—Oh, no seas
absurdo. Yo la he oído reír esta misma mañana.
—Pues yo nunca. —Tom
calló e intentó encontrar un modo de explicarle a Viola cómo se veía a la
señorita Wade desde el punto de vista de un hombre.
—Cuando busca
esposa, un caballero no quiere una máquina. Quiere una mujer con ciertos
atributos femeninos. La señorita Wade, desafortunadamente, no tiene ninguno. En
realidad, es bastante patética.
—No tenía ni idea
de que la vieras desde un punto de vista tan desfavorable —comentó Viola
pensativa.
—Creo que cualquier
hombre compartiría mi opinión sobre la chica.
—¿Quieres dejar de
llamarla chica? —le espetó Viola irritada—. Tiene veinticuatro años, es una
mujer.
Tom pensó en el
delantal sin forma que escondía cualquier curva femenina que pudiera poseer la
señorita Wade.
—Si tú lo dices.
—Lo digo. Todo lo
que has mencionado es un fallo de su educación, no de su carácter ni de su
belleza. Yo creo que __________ podría ser bastante atractiva si siguiera mis
consejos. Tiene unos ojos preciosos y un hermoso cuerpo. Demasiado morena según
la moda actual, pero no tanto si tenemos en cuenta que ha vivido gran parte de
su vida en el desierto. Tiene una bonita sonrisa, es inteligente, cultivada, y
te aseguro que, aunque es una joven bastante seria y quizá un poco tímida, es
perfectamente capaz de reír.
—Lo mejor que
puedes hacer es buscar a su familia, porque las damas serias, tímidas, sosas, y
tan corrientes que llegan a confundirse con el papel pintado de la pared no
tienen ninguna posibilidad de atrapar a un marido. Se convierten en solteronas.
Un palabra desafortunada, pero cierta.
Viola le lanzó una
mirada censora que le dio a entender claramente lo que pensaba de su opinión, y
que le hizo sentirse un poco culpable. Quizá había sido duro, pero realmente, ___________
Wade era tan aburrida como un febrero en Inglaterra. Aun así, decidió que lo
mejor sería no hacer más comentarios sobre el tema.
—No tiene
importancia, no discutamos por ello. La chica no irá a ningún lado hasta que mi
museo y las excavaciones hayan finalizado.
Chicas Tom es un .. ¬¬.. yo les dije que no les gustaria como trataria a TN....
Pero no se preocupen que pronto Tn ya sabra que hacer,... y digamos que a Tom no le gustara muchoo....jajaja
Cuidence
Bye =)
Malditon Tom >.< q patan.
ResponderEliminarPero cobfio en ti Tamitha q Tom tendra q tragarse esas palabras y arrepentirse..
Q corajeee . Viola tan linda ella la ayudaraa..
Siguelaa prontoo ... Me encantaa.
Bye cuidate :D
Hay lo odieeeeeeeeee demasiadooooooo me recordo a mi ex te lo juroooo era como si lo escuchara a él espero que cambie de opinion tomm
ResponderEliminarARGH!!! MALDITO TOM!!! casi hace que me salgan canas verdes del coraje, y si espero el momento en que Tom se tenga que tragar sus palabras...
ResponderEliminar¿que hara rayita? :3 owww
Tamita sigue pronto please...
bueno
bye
cuidate...
Tom, tu muy mal!! espero que con ayuda de Viola, TN le de una buena leccion!!
ResponderEliminarsiguela pronto!! porfavor!! me esta gustando mucho, tanto como las dos anteriores, por favor sube sube sube!!
bye, cuidate
besos
:3