"CAPITULO 3"
Viola gritó de alegría.
—¡Oh, es
maravilloso! Me he pasado todo el camino barajando nombres, pero no me puedo
imaginar quién ha capturado tu corazón. Llevas encerrado aquí desde marzo.
¿Quién es ella?
—¿No te lo
imaginas? Una elección se destaca sobre el resto. Se trata de Sarah, la hija
mayor de Monforth.
—¡Puf! —Viola se
tumbó sobre los cojines del sofá con una mueca de asco—. No puedes hablar en
serio.
—Monforth es un
marqués muy bien relacionado. Lady Sarah será una excelente duquesa. Está bien
educada y tiene una fortuna sustanciosa. También tiene salud, elegancia, y es
bastante hermosa.
—Y es tan
inteligente como el poste de una valla.
Él se encogió de
hombros y cogió su copa.
—No tengo intención
de mantener conversaciones intelectuales con ella —dijo mientras bebía un poco
de oporto—. ¿Qué importancia tiene eso?
—¡Oh, Tom! —Viola
se levantó, rodeó la mesa y se sentó en el brazo de la silla que él ocupaba—.
Lady Sarah no siente nada por ti.
—¿Y qué?
—Ella parece dulce
como la miel, pero es sólo fachada —continuó Viola, con el desagrado reflejado
en la voz—. Lo único que le importa de verdad es el dinero y la posición
social. Tú tienes ambas cosas, y ella vendería su alma para lograrlas.
—Sí —convino él
desapasionadamente—. Lo haría.
—Entonces ¿por qué?
—gritó Viola—. Pudiendo escoger entre cientos de chicas, ¿por qué quedarte con
alguien tan vano y calculador como lady Sarah Monforth? Ella nunca te hará
feliz.
—Bueno, Viola, yo
no me caso esperando obtener la felicidad en el matrimonio, hago lo más
sensato. Preferiría no tener que casarme, pero necesito un heredero, y no puedo
posponer lo inevitable por más tiempo. Escojo a la joven dama que mejor se
adapta al papel de duquesa, una que no me exigirá nada aparte de que la
mantenga.
—Ya comprendo lo
que quieres decir —contestó Viola despacio—. Eliges una mujer a quien no le
importará que no sientas nada por ella, ni respeto ni cariño, y que no se
sentirá herida al saber que no la amas, siempre que la mantengas rodeada de
lujos, y cuya principal obligación será darte un hijo.
—Exactamente.
—Oh, Tom, ¿hablas
en serio? —exclamó Viola desalentada poniéndose en pie. Él la observaba
pasearse arriba y abajo. Ninguno de los dos habló. Ella estaba perdida en sus
pensamientos, y él esperaba que ella aceptara su decisión.
Finalmente, Viola
se detuvo y lo miró directamente.
—¿Te has declarado
ya a lady Sarah?
—No —respondió el—.
Está en París con su madre. Pasarán allí el otoño.
—Bien, así tengo
tiempo de hacerte cambiar de opinión. —Y ella le sonrió de aquel modo tan dulce
con el que siempre lograba que él hiciera lo que ella quería.
Pero esta vez Tom
estaba decidido.
—No voy a cambiar
de opinión. Por tu expresión —añadió, y vio cómo se le borraba la sonrisa—,
parece que esto sea el fin del mundo. Pareces muy enfadada.
—Claro que estoy enfadada
—contestó ella, y volvió a pasear—. Estás a punto de tomar una decisión
irrevocable que lo único que te garantizará será desgracias. Prefiero morir
antes que verte infeliz.
—Viola, como de
costumbre, estás siendo demasiado dramática. Estoy bastante contento con la
vida que llevo, estoy bien, y no entiendo por qué razón mi matrimonio con lady
Sarah podría alterar esto.
—Cambiar a
Marguerite por lady Sarah amargaría la vida de cualquier hombre —contestó ella
tan tajante que él no pudo evitar sonreír.
Lo de Marguerite no
era ningún secreto, pero discutir sobre su amante con su hermana no entraba en
sus planes. Sin embargo, en esa ocasión, Tom quería que Viola entendiera sus
intenciones.
—No voy a dejar a
Marguerite.
Viola se detuvo en
seco y lo miró sorprendida.
—No puede ser que
pienses mantenerla una vez te hayas casado.
Él le devolvió la
mirada de reprobación.
—¿Por qué no?
—Oh, Tom, no me
gusta nada lady Sarah, lo confieso, pero comportarse así es cruel, y no puedo
creer que tú hicieras tal cosa.
Él se incomodó con
el ataque.
—Viola, estás
olvidando que mi elección de prometida no es asunto tuyo, como tampoco lo son
mis amantes.
—Oh, no intentes
darte conmigo tus humos de duque, Tom —le espetó ella—. Soy tu hermana, y cada
día tengo que hacer frente al dolor de estar casada con un hombre que no siente
nada por mí. ¿Cómo puedes justificar eso cuando sabes lo que he sufrido?
Viola siempre
tendía a mostrar sus sentimientos con dramatismo.
—Ya lo sé
—respondió él más calmado—, y me hiere profundamente. Por todo el dolor que te
ha causado, le daría a Hammond una paliza con mis propias manos si pudiera,
pero tu situación y la mía son muy distintas.
—¿En qué?
—A Sarah no le
importará nada que yo tenga una docena de amantes mientras ella nade en la
abundancia. Ella no siente nada por mí, ni yo por ella. Tú, en cambio, aún
sientes algo por Hammond, y por eso te duele su comportamiento. Aunque por qué
sientes algo por él es para mí uno de los misterios de la vida. Es un
desalmado, y te trata de una manera despreciable.
—Y es mi propia y
amarga experiencia la que me obliga a aborrecer tu elección de la hija de
Monforth. Yo quiero que seas feliz con tu esposa, tan feliz que no tengas
necesidad de recurrir a la compañía de mujeres como Marguerite Lyon, tan feliz
que no tengas que organizar tu vida para no coincidir en la misma casa que tu
mujer. No puedo evitar creer que es posible ser feliz en el matrimonio, a pesar
de mi pésima elección.
Algo en el suave
romanticismo de sus palabras le irritó, porque le hizo recordar algo que creía
que él y Viola habían enterrado para siempre. Mandó esos recuerdos de vuelta al
fondo de su mente y disfrazó su ira con un aire de indiferencia.
—¿Cómo puedes ser
aún tan romántica? Nunca dejarás de sorprenderme, Viola.
—Quizá porque creo que
nuestros padres tuvieron la suerte de amarse el uno al otro apasionadamente,
mientras que tú consideras que eso fue una desgracia.
Tom notó cómo sus
dedos apretaban la delicada copa de cristal que sostenía, y se sorprendió de
que no se rompiera. Dejó la copa con cuidado.
—El amor está bien
—replicó a la ligera mientras se recostaba en la silla—, pero tiene poco que
ver con el matrimonio. Mira a nuestros conocidos. Todos están enamorados. Sólo
que no de sus esposas.
El tono
despreocupado de Tom hizo que su hermana volviera a su lado. Se sentó otra vez
y le cogió las manos entre las suyas.
—Tómatelo en serio.
¿Por qué no intentas al menos encontrar a alguien a quien pudieras amar?
Tom estudió su cara
por un momento, y no supo qué decir. Viola se había casado con Hammond por
amor. Él, a pesar de sus reticencias, no había podido negar a Viola su deseo, y
el resultado había sido desastroso. No tenía intenciones de cometer el mismo
error que su hermana.
—Te suplico que por
lo menos tengas en cuenta mi opinión —insistía ella—. Tú te mereces a alguien
mejor que lady Sarah. Te mereces a una mujer que sea generosa, que sienta
pasión por ti, alguien a quien tú le importes más que tu título o tu fortuna.
Toda aquella
tontería sentimental era ridícula.
—Dios, Viola
—replicó impaciente—, yo no necesito pasión de mi esposa.
—Bien, pues
deberías. Además, lady Sarah no te quiere. Dudo que sea capaz de sentir esa
emoción.
—¿Y qué? —La
decidida mirada de Tom chocó con la desesperada de su hermana—. ¿Desde
cuándo el amor es necesario para el matrimonio?
Viola lo miró
largamente y suspiró.
—Quizá no sea
necesario —dijo, y se apartó de su lado—. Pero podría ser agradable.
CHICAS... aqui un nuevo capi... estoy felizzz porque hoy dia en mi trabajo no hay agua.. asi que nos mandaron para la casa.. asi que me estoy llendo por eso les puse el capi ahora.. espero les guste .. y tengan paciencia que pronto aparecera TN.. pero no creo que Tom se fije mucho en ella .... ahii mejor no les digo nada xd jajaj
Cuidence
Bye =)
tamitha me encanto el capi, pero, estoy anciosa por que Tom se fije en Tn Ahhh!!! no puedo esperar :3 jeje
ResponderEliminarespero subas pronto y que bien que tienes el resto de día libre...
bye cuidate
:D
jaja que bueno que te dejaron descansar hoy, espero subas pronto Tom se tiene que fijar en TN como que no?? bueno bueno... gracias por el capitulo :)
ResponderEliminardisfruta tu dia libre
Ya quiero q aparesa (tn) :D
ResponderEliminarhahhhahha Tamithaa eso es emocionante cuado te regresan del traajo o del instituto ahahahha..
Me has ecgo reir.. Uno se pone feliz te alegra el dia ahahha ya exagero mucho..
Siguelaaa esta interesante..
Bye cuidate
me estas desesperandooooo estoy impaciente por que aparesca cuidate besotes.
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